El concepto de sostenibilidad ha pasado de ser una palabra que estaba presente en los diccionarios de la lengua española a estar presente en todas nuestras mentes, debido a que se debe empezar a llevar a cabo acciones para cuidar nuestro planeta. Por ese motivo, los conceptos café de comercio justo, sostenible y ecológico están encima de todas las mesas.
El desarrollo sostenible consiste en ser consciente del modo en el que usamos los recursos, y cómo el método de producción y consumo de estos contribuye a la lucha contra el cambio climático para desarrollar un futuro mejor.
Una producción de café sostenible:
El café es un arbusto de hoja perenne, característica que le permite ser de buena ayuda, ya que es un gran captador de dióxido de carbono, además de ser un buen estabilizador para los suelos.
Las plantaciones de café se encuentran en lo que se conoce como la zona tropical. Por sus condiciones climáticas, son las mejores zonas para el cultivo de café, que hace que sea de tanta calidad.
Para obtener un buen café, los cafetales deben mantenerse en buenas condiciones.
¿Y cómo se mantiene en buenas condiciones? Pues los campos de café se deben cultivar en los lugares idóneos, se debe llevar a cabo podas para mantener su fortaleza natural, intentar revitalizar aquellas plantas de café que sean más viejas o sustituirlas por nuevas e intentar evitar plagas o enfermedades que se puedan propagar con rapidez.
Además, su cuidado debe ser primordial porque los cafetales son considerados refugios importantes para la biodiversidad donde se cultivan.
En comparación a otras actividades económicas, el cultivo y comercialización del café contribuyen de manera positiva en los aspectos medioambientales.
Para asegurar la sostenibilidad, es fundamental focalizarnos en su producción y en su beneficio porque es en esos aspectos donde se tiene que tener en cuenta sus consecuencias en el medio ambiente.
Estrategias de sostenibilidad a nivel medioambiental y social:
Por ese motivo, se ha propuesto a los productores de café las siguientes estrategias para afrontar conjuntamente la lucha contra el cambio climático:
- Realizar estudios constantes sobre su efecto en el cambio climático.
- Mejorar la fertilidad de los suelos.
- Empezar a introducir nuevos modelos de producción.
- Desarrollar nuevas variantes del café que sean resistentes a las posibles plagas y sequías.
- Proteger los manantiales de la zona para asegurarnos un buen regado de los campos, pero, sobre todo, para asegurar la vida de las comunidades que habitan en la zona.
- Reducción del uso de pesticidas para crear un cultivo mucho más sostenible.
- Apoyar el cultivo local y dejar un poco de lado la producción industrial del café.
La lista de las acciones sostenibles para el cultivo y la producción del café es infinita. Pero el mensaje que al fin y al cabo se quiere transmitir es que intentemos cambiar algunos hábitos de consumo y producción, para que entre todos construyamos un mundo mejor.
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